Thursday, May 24, 2012

AUROVILLE


En este mundo en que vivimos actualmente, plagado de conflictos, discriminación racial y religiosa, ambiciones políticas y crisis económicas, por mencionar tan sólo algunos de los problemas que lo aquejan, existe un oasis que pretende superar a todos ellos convirtiéndolo en un paraíso digno de una de las utopías de Platón.
Su nombre es Auroville y se encuentra enclavado en Tamil Nadu al sur de la India y a pocos kilómetros de la costa de Coromandel.
La idea de construírla nació en la mente de Mirra Alfassa, más conocida como “La Madre”, discípula de Sri Aurobindo el místico hindú que adquirió gran renombre durante la primera mitad del siglo XX.
En realidad, Auroville es una ciudad ideal dedicada a experimentar la unidad dentro de la diversidad entre todos los seres humanos.
Entre sus metas están: La transformación y elevación de la consciencia, la investigación sobre la vida sostenible, el cuidado del medio ambiente, y en general, el de las necesidades sociales, culturales y espirituales de todos los habitantes de este planeta.
Con la aprobación del gobierno hindú y el respalde de la UNESCO la cual catalogó el proyecto como muy importante para el futuro de la Humanidad, fue oficialmente fundada en 1968 con el concurso de más de 5000 personas que se reunieron alrededor del árbol Banyan en el centro de lo que sería una ciiudad trazada en forma circular semejando a un enorme mandala.
A ésta inauguración concurrieron representantes de 124 naciones incluyendo a los estados de la India. Todos mezclaron una muestra de tierra de sus ciudades natales en una urna blanca revestida de mármol y con forma de loto, la cual está ubicada en el centro de un gran anfiteatro.
Los residentes de Auroville provienen de 45 naciones distintas, y son de todas las edades, clases sociales, religiones, ambientes y culturas. Su población crece constantemente habiendo superado ya los varios miles.
Alrededor de un área central llamada de la paz donde hay un gran lago y el anfiteatro ya mancionado, existe  una zona industrial dedicada a la manufactura, otra residencial combinada en un 50% con parques y áreas verdes. Luego está la zona internacional que hospedará los pabellones de las naciones agrupadas por continentes destacando sus contribuciones a la unidad humana.
Finalmente, la zona cultural que está dedicada a la investigación aplicada a la educación y a las diferentes expresiones artísticas sin excluír las actividades deportivas.
Toda la ciudad está rodeada de un cinturón verde donde se realizan cultivos orgánicos, de huertos, bosques y se cuida con esmero de la fauna silvestre.
Este hermoso proyecto es como una pequeña simiente. Algo que los seres de buena voluntad esperan se propague como ejemplo de lo que puede llegar a ser el mundo del futuro, en una nueva era de paz, armonía y respeto por nuestra madre Tierra.