DENTRO DE LA
RELIGIÓN HINDÚ, EXISTE UN
SÍMBOLO QUE DESCRIBE EL CICLO ETERNO DE LA CREACIÓN Y
DE LA DESTRUCCIÓN (DOS PROCESOS QUE VAN INDISOLUBLEMENTE UNIDOS, PUES SIEMPRE
ES NECESARIO DEMOLER PARA VOLVER A CONSTRUIR).
SE TRATA DEL
"NATARAJA" QUE
REPRESENTA A SHIVA, EL DIOS HINDÚ DE LA CREACIÓN.
ES UNA FIGURA
HUMANA CON CUATRO
BRAZOS QUE DANZA SOBRE UN NIÑO Y QUE SOSTIENE EN UNA DE SUS
MANOS UN PEQUEÑO TAMBOR.
ÉSTE ES LA PALABRA, EL LOGOS O SONIDO
PRIMARIO DE
TODA LA CREACIÓN.
EN LA MANO
OPUESTA OSTENTA LA LLAMA
DEL FUEGO CÓSMICO, QUE DESTRUYE LO QUE YA HA CUMPLIDO
SU COMETIDO; LA MATERIA QUE DEBE SER REFORMADA.
EL
EQUILIBRIO ENTRE ESTOS DOS
PROCESOS ES DINÁMICO PERO PERMANENTE Y SIMULTÁNEO.
EL UNO NO PUEDE EXISTIR SIN EL OTRO.
LA TERCERA
MANO LEVANTADA CON LA
PALMA HACIA AFUERA EXPRESA: ¡NO TEMAS! MÁS BIEN OBSERVA Y
TRATA DE COMPRENDER... MIENTRAS QUE LA CUARTA MANO, SEÑALA A UNO DE SUS PIES
QUE ESTÁ LEVANTADO, INDICANDO CON ESTA ACTITUD LA LIBERACIÓN DE
"MAYA" O PERCEPCIÓN ILUSORIA DE LA EXISTENCIA.
EL NIÑO
REPRESENTA LA IGNORANCIA
HUMANA NACIDA DE ESA MISMA ILUSIÓN CÓSMICA.
LA SERENA EXPRESIÓN DE SHIVA REFLEJA
EL ESTADO DE
CONCIENCIA ILUMINADA EN EL CUAL SE ORIGINA Y FUNCIONA LA DANZA CÓSMICA.
EN ESTA IMAGEN SE COMBINAN LA
POESÍA,
EL ARTE Y LA METAFÍSICA. ESTA ÚLTIMA DISCIPLINA SOSTIENE QUE EXISTEN
DOS NIVELES DE EXISTENCIA: EL CAMPO ABSOLUTO Y EL RELATIVO.
EL PRIMERO CONTIENE TODAS LAS
COSAS
MATERIALES QUE CONOCEMOS, TANTO ARTIFICIALES COMO NATURALES.
ESTO INCLUYE NUESTROS PROPIOS
CUERPOS Y LA LUZ QUE NOS PERMITE
PERCIBIR.
EL CAMPO DE LA EXISTENCIA ABSOLUTA ES AQUEL
ASPECTO SIN FORMA, SIN TIEMPO, SIN DIMENSIONES. SOLEMOS DESCRIBIRLO COMO
INFINITO, INMORTAL, INMUTABLE.
ES LO QUE LLAMAMOS EL SER.
EL SER SIN EMBARGO NO ES VACÍO, SINO
QUE ESTÁ
LLENO DE POTENCIALIDAD FÍSICA.
LA CIENCIA MODERNA, POR
SU PARTE, NOS
DICE DE LA ÍNTIMA RELACIÓN QUE EXISTE ENTRE MATERIA Y ENERGÍA.
MEDIANTE ELLA, LAS
CUATRO FUERZAS
PRIMORDIALES DEL UNIVERSO ESTÁN CONSTANTEMENTE ACTUANDO SOBRE
LAS PARTÍCULAS MATERIALES, DANDO LUGAR CON ELLAS A TODO LO QUE CONOCEMOS.
EINSTEIN INTENTABA
LOCALIZAR EL CAMPO
QUE UNIFICA ESAS CUATRO FUERZAS: TAL VEZ ESE CAMPO NO SEA
OTRO QUE EL DE LA CONCIENCIA.
EL NATARAJA NOS RECUERDA LA META DE
LA AUTORREALIZACIÓN.
DESECHANDO EL TEMOR ANTE LOS
CATACLISMOS DE
LA EXISTENCIA RELATIVA, PODEMOS LLEGAR A CONOCER MÁS ACERCA DE LA NATURALEZA
DEL SER, DEL CUAL NOSOTROS SOMOS TAMBIÉN PARTE.
LA CONCIENCIA HUMANA ES ASÍ LA QUE
COMPLETA
EL CÍRCULO DE LA DANZA CÓSMICA, PARA QUE EL SER PUEDA CONVERTIRSE EN SÍ MISMO,
PERCIBIRSE A SÍ MISMO Y CONOCERSE A SÍ MISMO.